viernes, 6 de septiembre de 2013

ENSAYO:
LA CRISIS EDÍPICA ¿UNIVERSALIDAD FREUDIANA VS SOCIALIZACIÓN?
FACILITADORA: Dra. DOLORES CASTILLO


POR: NELLY CUMBRERA


El desarrollo sexual humano de acuerdo a la teoría Freudiana es motivado por una pulsión sexual la cual inicia desde la infancia y se extiende a las diferentes etapas de nuestra vida. Desde el momento en que nacemos experimentamos sensaciones placenteras al estar en contacto con la piel de nuestra madre, y más aún al ser amamantados.

De allí que producto de las diferentes observaciones Freud haya desarrollado su teoría sobre los estadios psicosexuales etapa oral, fálica, latente y genital. Cada una de estas etapas conlleva una serie de tareas que a su vez traen consigo una serie de problemas. Entre los cuales podemos mencionar la Crisis Edípica, (cuyo nombre hace alusión a la historia griega del Rey Edipo quién mató a su padre Layo y se casó con su madre Yocasta, resultando una relación incestuosa), la cual se produce en la etapa fálica entre los 3 y 6 años cuando se desarrolla la líbido (deseo sexual), aquí la madre se convierte en el primer objeto de amor, y por ende, se demanda de ella toda la atención, cariño posible y además se le desea de una manera ampliamente sexual.

Lo anterior involucra una serie de sensaciones y sentimientos que llevan al niño a considerar a su padre como un rival o enemigo ante estos deseos, ya que éste cuenta con el amor de su madre y muchas veces lo desplaza.

Una vez el niño es consciente de ello; ya se ha dado cuenta de las diferencias que tiene en relación con las niñas, es decir, que él tiene pene y ellas no, razón por la cual se siente orgulloso de poseerlo. No obstante, surgen en su mente una serie de interrogantes en relación con el pene, las cuales le causan mucha ansiedad principalmente la ansiedad de ser castrado.

Por otro lado, las niñas también experimentan amor hacia su madre, pero no sufren de la ansiedad de castración porque no poseen pene, sin embargo, le gustaría tener uno, así como todo el poder que involucra su posesión, traduciéndose este descubrimiento en la envidia del pene.

Esta envidia por el miembro viril pasa a ser sustituida al tener un bebé, principalmente un varón, y por una marcada tendencia la narcisismo la cual involucra una fuerte necesidad de ser amada como resultado de su evidente inferioridad, resultando su superyó poco favorecido, mientras que en el caso de los hombres dicha posesión le otorga mayor jerarquía en la sociedad.

La falta de miedo por parte de las niñas, al no perder lo que nunca han poseído, según Freud es la razón por la cual las mujeres son “menos firmes en su heterosexualidad que los hombres y un poco menos inclinadas hacia los aspectos morales en general”.   

Si bien es cierto, la teoría Freudiana ha sido de gran importancia para el mundo del psicoanálisis, no menos cierto es que la misma también ha recibido muchas críticas principalmente relacionadas con los planteamientos sexistas, discriminatorios y androcéntricos que han sido vertidos en detrimento de las mujeres como seres humanos racionales y pensantes.

En este sentido, resulta interesante hacer una revisión del concepto de Universalidad Freudiana versus el proceso de socialización, ya que ambos se han constituido en la pieza fundamental de la crítica a la teoría de Freud por parte de muchos psicoanalistas y antropólogos.

El antropólogo polaco, Malinowski, planteó que la proclamación que Freud había hecho acerca del fenómeno edípico como universal independientemente de su cultura era rebatible por lo siguiente: si el Complejo de Edipo produce una distancia social basada en los celos hacia el cónyuge de la madre, esto se tendría que haber dado en la sociedad Trobiandese estudiada por Malinowski, pero no fue así, ya que esta sociedad era matrilineal, es decir los individuos heredan del hermano de su madre (el tío), que es el que tiene el control legal del hijo de su hermana (su sobrino). El que disciplina no es el padre real sino el tío materno quien es respetado. Aquí la relación entre  el padre e hijo suele ser una relación más amistosa y afectuosa. Por ende, el Complejo de Edipo no puede considerarse universal, debido a que la psique humana dependía de las características culturales propias del lugar del individuo (proceso de socialización).

Por otro lado, Erich Fromm, señala en su libro Ética y Psicoanálisis que el origen de la hostilidad y rivalidad con el padre se producen por la rebelión contra la autoridad paterna y las estructuras sociales que representa.

De igual manera, Karem Horney y Anthony Giddens respectivamente plantean: que la envidia del pene constituye una ofensa a las mujeres”, “que la teoría de Freud parece apoyarse en la idea de que el pene es superior a la vagina”.

En consecuencia, podríamos decir que la descripción que hace Freud acerca de las diferencias anatómicas de los hombres y las mujeres puede ser reducida no sólo al ámbito patriarcal donde se desenvuelve resulta una relación de superioridad e inferioridad.

Esta relación de poder no es producto de aspectos biológicos como el pene, sino de las relaciones sociales, lo que muestra la abierta oposición  por parte de Freud a las reivindicaciones exigidas por las mujeres a inicio del siglo pasado las cuales son conceptualizadas “como víctimas de una fijación en un estado infantil de envidia fálica”; y peor aún enmarcadas dentro de un proceso evolutivo restringido a tres vías: negación de la sexualidad, masculinización con fantasías de igualdad con el hombre y/o la realización de la naturaleza femenina en el matrimonio y la  maternidad (si es varón, la madre obtiene el pene que no posee).

Referente al proceso evolutivo antes mencionado  la filósofa y escritora española ALICIA H. PULEO advierte que este esquema de desarrollo del individuo de sexo femenino permite a Freud suministrar una explicación a distintas figuras de la mujer de principios del siglo pasado: La frustrada: que por temor a la sexualidad evita el matrimonio;  La sufragista: que pide el voto e iguales derechos que los hombres;  la mujer normal: que encuentra su plena realización dentro del hogar y no aspira a salir de él.

Por lo menos en este aspecto de la teoría Freudiana queda claramente establecido el carácter androcéntrico que orientaba su pensamiento y análisis lo que introduce desde luego sesgos en sus conclusiones, reafirmando patrones deterministas de carácter biológico y soslayando el ámbito socio-cultural.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ERICH FROMM. Ética y Psicoanálisis, procesos de asimilación y socialización del individuo. Fondo de la Cultura Económica de México. Primera Edición en español 1953.
JUDITH ROJAS. Sexualidad, Psicoanálisis y Crítica femenina. (http://www.uca.edu.sv/revistarealidad/archivo/4dt)
RUBEN RESTREPO. El Conflicto de Edipo ¿Universal en toda Cultura?  (http//www.academia.edu/1535031/EL Complejo).
SIGMUND FREUD. Obras de Sigmund Freud. (XV La Sexualidad en la etiología de la Neurosis, 1898). (XXX Teorías Sexuales Infantiles, 1908). (CLXIII Sobre la Sexualidad Femenina). (http://www.elalmanaque.com/psicologia/freud).

2 comentarios:

Unknown dijo...

Sin pretender defender el sexismo freudiano o su etnocentrismo, Freud escribió para su tiempo y época, y no se pueden desestimar sus conclusiones de manera general pretextando que era sexista o era etnocentrista, es que los hombres y las mujeres de su tiempo lo eran también y en tal medida parecian validar las conclusiones a las que arribo, nuestro tiempo parece no ser tan sexista y etnocentrista como la época freudina por tanto sus conclusiones pueden estar desfazadas, pero no necesaariamente erradas. Indudablemente los procesos sociales, que ahora se entienden y s estudian con mejores criterios e instrumentos influyen notablemente en el comportamiento de los seres humanos, conceptos como la envidia falica pueden sonar sexistas aqui y ahora, pero en una sociedad donde el pene tiene el valor maximo y quien lo porta es mas importante que quien no lo porta, indudablemente concluirá lo que Freud concluyó. Para mi el problema de Freud no fue su sexismo, fue su creencia de que sus conclusiones podrian ser validads en todas las sociedades, y la de sus mas fieles discipulos en pretender que serian validas para cualquier tiempo.

Irma Elena Mordok dijo...

En mi breve opinion debo considerar que el concepto de la crisis edipica no es muy alejado de la realidad de todos los tiempos, en que socialmente hemos visto que los hombres o varones desde su nacimiento sienten una inclinacion hacia sus madres; mientras que es evidente que las mujeres o niñas sienten inclinacion hacia sus padres.
Desde luego, socialmente el hecho de ser hombre siempre ha colocado a este genero en una posicion ventajosa con respecto a las mujeres y puede estar asociado a lo que se destaca en este ensayo donde aun en estos tiempo el tener un pene hace que el hombre sea considerado por nuestra sociedad superior a la mujer.
Considero que la teoria de Freud puede ser vista como discriminatoria, pero no del todo alejada de la realidad que se ha vivido en todos los tiempos.